Artículo correspondiente a la columna dominical DE LA CABEZA del Diario La Nación del domingo 26 de febrero de 2023. Todos los derechos reservados.
Te la hago corta este domingo: la respuesta es "sí", el cerebro puede cambiar a todas las edades por medio de su maravillosa propiedad conocida como neuroplasticidad, o plasticidad neuronal, que es la capacidad del cerebro para modificarse, adaptándose a través de la experiencia. Y es que nuestros cerebros son verdaderamente extraordinarios porque, a diferencia de las computadoras, que se construyen con ciertas especificaciones y reciben actualizaciones de software periódicamente, nuestro cerebro recibe actualizaciones de «hardware» además de actualizaciones de «software» de modo permanente. Diferentes caminos por medio de las neuronas se forman y se adormecen, se crean y se descartan, según nuestras experiencias.
Cuando aprendemos algo nuevo, creamos nuevas conexiones entre nuestras neuronas. Reconectamos nuestros cerebros para adaptarnos a nuevas circunstancias. Esto sucede a diario, pero, ¡también es algo que podemos alentar y estimular! Durante muchas décadas, se pensó que el cerebro era un «órgano no renovable», que las células cerebrales se otorgan en una cantidad finita hasta cierta edad y mueren lentamente a medida que envejecemos. Sin embargo, las investigaciones posteriores encontraron que si bien las células cerebrales mueren, por envejeciomiento u otras causas, también se adaptan y se reconectan, e incluso pueden volver a crecer o reponerse. Esto es lo que se conoce como “neurogénesis”.
Hay dos tipos principales de neuroplasticidad. La primera es la neuroplasticidad estructural que es la capacidad del sistema nervioso de reestructurar las conexiones entre neuronas y que puede cambiar con el tiempo a causa de las diferentes experiencias y el aprendizaje. La segunda es la neuroplasticidad funcional que son los cambios funcionales que tienen lugar de una región del cerebro a otra y se da cuando sufrimos algún tipo de daño cerebral y una parte del cerebro se encarga de asumir las funciones que realizaba el área dañada. Ambos tipos son verdaderamente increíbles, pero la neuroplasticidad estructural es probablemente la que más atención suscita en este momento. Ya sabemos que algunas funciones se pueden desviar, volver a aprender y restablecer en el cerebro, pero los cambios en la estructura real del cerebro es donde se encuentran muchas de las emocionantes posibilidades.
¿La neuroplasticidad se modifica con la edad? Sí, la neuroplasticidad definitivamente cambia con la edad, pero hay matices importantes. El cerebro de los niños crece, se desarrolla y cambia constantemente. Cada nueva experiencia provoca un cambio en la estructura o función del cerebro, o en ambos. Al nacer, cada neurona del cerebro de un bebé tiene unas 7500 conexiones con otras neuronas. A la edad de 2 años, las neuronas del cerebro tienen más del doble del número de conexiones en un cerebro adulto promedio. Estas conexiones sufren un proceso de «limpieza», se eliminan lentamente a medida que el niño crece y comienza a formar sus propios patrones y conexiones únicos. Estos procesos son más fuertes y más pronunciados en los niños pequeños, lo que les permite recuperarse de una lesión con mucha más eficacia que la mayoría de los adultos. En los niños, se pueden observar casos increíbles de crecimiento, recuperación y adaptación neuroplásticos. Por su parte, en adultos, si bien se observa menos activa que en los niños y con menor fuerza, el cerebro adulto todavía es capaz de cambios extraordinarios. En los adultos, el cerebro puede restaurar conexiones y funciones antiguas y perdidas que no se han utilizado en algún tiempo, mejorar la memoria e incluso mejorar las habilidades cognitivas generales. El potencial generalmente no es tan grande en los adultos mayores como en los niños y adultos jóvenes, pero con un esfuerzo sostenido y un estilo de vida saludable, los adultos son tan capaces de promover cambios positivos y crecimiento en sus cerebros como las generaciones más jóvenes. 6 últimos descubrimientos
Estos son algunos de los desarrollos más nuevos y emocionantes en el campo de la neuroplasticidad, y son definitivamente consejos que podemos tener para seguir aprendiendo en virtud a la neuroplasticidad:
- Los entornos enriquecidos (saturados de novedad, atención enfocada y desafío) son fundamentales para promover la neuroplasticidad y pueden provocar crecimiento y adaptación positiva durante toda la vida.
- Tan solo 10 sesiones de una hora de entrenamiento cognitivo durante 5 o 6 semanas tienen el potencial de revertir la misma cantidad de declive relacionado con la edad que se ha observado en el mismo período de tiempo.
- La actividad física y el buen estado físico pueden prevenir o retrasar la muerte neuronal normal relacionada con la edad y el daño al hipocampo, e incluso aumentar el volumen del hipocampo.
- El ayuno intermitente puede promover respuestas adaptativas en las sinapsis.
- El insomnio crónico se asocia con atrofia (muerte y daño neuronal) en el hipocampo, mientras que el sueño adecuado puede mejorar la neurogénesis.
Nunca es tarde para estar DE LA CABEZA con la actividad cerebral. ¿Y si empezamos hoy? Nos leemos en una semana.
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