miércoles, 24 de julio de 2019

NEUROCRIMINALISTICA: LAS NEUROCIENCIAS EN EL DERECHO


(articulo correspondiente a la columna DE LA CABEZA del Diario La Nacion de los sabados 13 y 20 de julio de 2019. Todos los derechos reservados)

Que los nuevos paradigmas de la ciencia revolucionan las profesiones tradicionales no es nada nuevo. Desde la simple alfareria donde robots diseñan lo que el artesano tiene en mente para perfeccionar su obra, hasta algoritmos medicos que ayudan al galeno a realizar diagnosticos mas certeros reduciendo considerablemente los margenes de error, las ciencias ayudan al ser humano en una prueba cotidiana de evolucion del conocimiento, donde el saber siempre es bienvenido, y donde el ayer es mas que 24 hs de tiempo, muchas veces es un gran abismo cognitivo entre lo que teniamos y lo que hoy se nos presenta.

Dentro de ese campo, las Neurociencias han revolucionado todos los ambitos: ayudan a diseñar modelos de ventas, a capacitar lideres "a medida", a crear campañas politicas con detallados estudios de mensajes, colores, contenidos y hasta gestos de los candidatos. Pero hay probablemente conocimientos donde nos pareceria que las Neurociencias tienen cabida dificil para ayudarlos, y uno de ellos es el Derecho. Sin embargo, hoy en dia es improbable ejercer el Derecho sin ayuda de los medicos, psicologos y penalistas forenses que se dedican a arrojar luz sobre la base del crimen en la especie humana: la mente. Hoy en dia, las Neurociencias examinan cada vez mas los procesos cerebrales que subyacen detras de una conducta violenta y delincuente. Es por eso que hoy en dia se impone la revision de los terminos tradicionales de culpabilidad, reprochabilidad y responsabilidad que son la base del sistema juridico, y que, sin embargo, son conceptos paradigmaticos que, cuanto menos, deben revisarse.

En los años ochenta del siglo pasado, Benjamin Libet con estudios demostro que casi un tercio de segundo antes de que la decision voluntaria consciente de una persona de mover un musculo se produjese, se origina en el cerebro un potencial de alerta, avisandole de que iba a realizar dicho acto. Este hecho cuestiona abiertamente el concepto de "libre albedrio". Con esta demostracion, muchos han pensado que es la mecanica interna del funcionamiento cerebral y no las decisiones conscientes del individuo las que determinan nuestra conducta. Esto da que pensar: existiria entonces un mecanismo cerebral que propenda a la comision de crimenes en unos individuos mas que en otros? De ser asi, los penalistas sagaces aducirian "no es culpa de mi cliente sino de su cerebro"?. No estamos tan lejos: en los Estados Unidos, los penalistas solicitan el examen funcional por medio de resonancia magnetica del cerebro de sus defendidos para demostrar alteraciones en su funcionamiento relacionadas a "fallas" en sus conexiones que demuestren que el hecho consumado no fue voluntario sino causado por una alteracion, y asi agregar atenuantes al individuo. Llegamos tan lejos?

Es asi que tenemos, por un lado a la fisiologia cerebral, y por otro lado a la culpa y la responsabilidad individual. Moviendose en el medio tenemos a la Neurocriminalistica, una nueva rama del Derecho que surge para arrojar luz (u obscuridad?) a la teoria de la culpa. El hecho de que un acusado pueda cambiar su caratula por "ausencia del libre albedrio" puede parecer tentador para cualquier abogado defensor, pero... que pensamos de esto? Que cambios profundos le esperan a la justicia en el futuro inmediato?

Buscando descrifrar que pasa en el cerebro de un asesino serial, un asesino de niños o quien mata a su familia, por ejemplo, es que se inician los estudios del "cerebro criminal". La busqueda de las raices de la conducta criminal intenta de descifrar las peculiaridades de los cerebros donde faltan empatia y conciencia de la injusticia, o donde existiera un talento especial para mentir y manipular o para crear e idear falsos escenarios tendientes, si bien no a crear el crimen perfecto, al menos a justificar deleznables acciones causadas por mentes impulsivas y violentas. Hoy en dia se denominan "trastornos antisociales de la personalidad" a un amplio espectro de causas a las que agregan los factores sociales, ambientales, geneticos, neurobiologicos y psicologicos. Sin embargo, todo ello junto no consigue armar el llamado "cerebro del criminal" como una especie de modelo de analisis y estudio debido principalmente a la complejidad de cada caso en particular. Para ello, hay estudios datados en 1994 donde peligrosos criminales exhibieron al examen un metabolismo bajo a nivel de su corteza cerebral prefrontal lateral y media, que es, al fin y al cabo, la que lanza el "freno" moral ante conductas inapropiadas. Dicho de otra manera: no tenian posibilidad de detenerse ante la posibilidad de cometer un ilicito porque simplemente esa parte de sus cerebros "funcionaba mas lento". A esto le sumamos que en estos individuos los investigadores descubrieron igualmente anormalidades a nivel del lobulo temporal (regulador de las emociones), las amigdalas cerebrales (centros de alerta del sistema nervioso) y el hipocampo (sede de la memoria y base de las conductas aprendidas). Igualmente, experimentos en cerebros de pedofilos mostraron que, cuanto mayor era la tendencia a la pedofilia, menor era la respuesta de la susodicha corteza prefrontal dorsal pero en su porcion lateral.

Como vimos mas arriba, los cambios en determinadas zonas del cerebro pueden dar alguna pista de la "genesis del mal" en el cerebro en apariencia, pero CUIDADO: no lo es todo. Es muy importante no olvidar que factores como el entorno social y los grandes fracasos educativos en el desarrollo individual de cada sujeto influyen muchisimo en el resultado funcional cerebral del criminal, por lo que de ninguna manera puede suponerse que la criminalidad es resultado neto de defectos neurofisiologicos, por mas que estos existan. Seria una afirmacion muy simplista y pecaria de absoluta irresponsabilidad cientifica. Si podriamos hablar de una falla en el mecanismo de control de los impulsos y las ideas en este grupo de personas, lo cual dejaria abierto el debate acerca de la teoria de la culpa: es reprochable un individuo asi? Les respondo esto con otra pregunta (aunque siempre me enseñaron que es de mala educacion eso): acaso los deportistas de riesgo, esos que ponen su integridad en juego en cada jornada deportiva, o los que se sacan selfies extremas arriesgando su propia vida no tienen mecanismos de control cerebrales cuanto menos "diferentes" (por no decir "alterados") respecto a todos nosotros que nos aterramos con esa sola idea? Y por ello, son criminales? Obvio que no.

(...como se lo estoy complicando a mis amigos penalistas...)

Para poder determinar la predictibilidad conductual de una persona basandonos en su componente neurobiologico deberiamos hacer tantos estudios en tanto tiempo que se tornaria absolutamente dificil realizarlo. Incluso, corremos el riesgo de etiquetar a las personas segun los grupos que estudiemos, y con ello no explicariamos absolutamente que sucede con las personas con rasgos neurobiologicos similares pero que no cometen crimenes, o tampoco como explicar las multiples variantes de la genetica y el ambiente en esa funcionalidad neurobiologica "criminal".

Que una persona permita a su impulso criminal aflorar o se resista a el depende exclusivamente de u propia voluntad y libre decision. Este (palabras mas, palabras menos) es el concepto que se tiene en Derecho hasta ahora del libre albedrio. Sin embargo, los que estudian al "determinismo cerebral" como el que produce la accion de un crimen en una persona, apuntan a lo que conocen como derecho penal preventivo, es decir, no juzgar el acto cometido, sino enfocarse en la evitacion de los crimenes. Con este concepto, la idea de la culpa pierde absolutamente su sentido. Porque... como juzgar con normas generales del Derecho a actitudes individuales como las de un crimen? O dicho de otra manera: tendemos a explicar lo que hacen los criminales que violaron la ley basandonos en la conducta de los que nos consideramos vivir en Derecho. Es imposible actualmente en la mayoria de los casos y con los medios cientificos que disponemos en Neurociencias poder determinar que la conducta de un criminal no hubiese podido ser de otra manera que la que desemboco en el crimen, es decir, no se puede decir que el crimen no fue voluntario sino determinado por la propia alteracion cerebral de sus mecanismos de control. De hecho, la propia afirmacion de Libet de la que hablabamos mas arriba, se refiere a que esto es imposible: no podemos negar el libre albedrio... al menos por ahora. Y si no podemos hacerlo, no podemos decir que un individuo no tenia otra forma de obrar que el crimen.

En Derecho Penal se preve la exencion de culpa por trastornos mentales o tambien en la praxis del Derecho se suele abogar por una culpabilidad atenuada por causales como, por ejemplo, el consumo de estupefacientes o un estado de alteracion psiquica (como la famosa y casi siempre mal utilizada "exaltacion emotiva"). Pero incluso en caso de conseguir la alternancia a la prision por estas causales, el criminal queda sujeto a medidas restrictivas condicionadas a una rehabilitacion correspondiente al causal esgrimido. Es por ello que los jueces deberian solicitar la inclusion de los estudios neurologicos, psicologicos y psiquiatricos no solo a la carpeta del juicio, sino tambien al estudio del caso en el momento de dictar tanto sentencia como pena. Pero para ello (y esto es importante, disculpen que se los sugiera pero como dice mi amigo Pablo Herken "duele decirlo pero hay que decirlo") DEBEN CONOCER MAS ACERCA DEL FUNCIONAMIENTO CEREBRAL EN CUANTO A LA PRODUCCION DE UN HECHO, VOLUNTAD, IMPULSO Y REACCIONES. Lamentablemente, por el momento, aun no se permite sobre la base de los modelos neuronales de reaccion de una persona el concluir la comision de algun delito. No obstante ello, en los Estados Unidos los estudios de Resonancia Magnetica Nuclear Funcional (con los que aun no contamos en Paraguay) son cada vez mas comunes en el estudio y juzgamiento de crimenes violentos, y los abogados de la defensa alegan los hallazgos en ellos cada vez mas al solicitar penas menores o conmutadas a los jurados, y estos le dan cada vez mas importancia a lo que puedan demostrar estos estudios. No estamos lejos aqui al respecto, por lo que no estaria mal que las Neurociencias se acerquen cada vez mas al Derecho.

Al fin y al cabo, todo es cuestion DE LA CABEZA... o no?


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