miércoles, 14 de junio de 2017

DOPAJE CEREBRAL EN ESTUDIANTES DE MEDICINA: EL MODAFINIL

Ya en mi libro CEREBRA LA VIDA le dedique un pequeño apartado a lo que denomine DOPPING CEREBRAL al referirme a las drogas que aumentan el rendimiento del cerebro ante exigencias como la de los pilotos de aviones de combate. Hable en ese apartado de lo que se uso, como se las investigo, y de los efectos que tuvieron en sus usuarios.

Hoy en dia, y merced al acceso a la informacion (o pseudoinformacion) por parte de todos los niveles de la educacion medica, los estudiantes de Medicina, muchas drogas que aumentan el rendimiento cerebral son vendidas como tales, usando tres denominaciones no del todo ciertas: "potenciador cognitivo", "droga inteligente" y "libre de colateralismos".

La cosa no es tan asi.

Este farmaco es usado en Neurologia para combatir a la narcolepsia, una enfermedad que cursa con irrefrenables deseos de dormir por parte de los pacientes que la padecen. Tambien se la usa para tratar los trastornos del sueño asociados a turnos del trabajo. Tambien se usa para prevenir la somnolencia asociada a la apnea del sueño en pacientes utilizando concomitantemente dispositivos de asistencia respiratoria.

El modafinilo actua modificando la concentracion de ciertas sustancias naturales en diferentes lugares del cerebro relacionadas al control de sueño y la vigilia.

Aproximadamente veinte estudios (entre los que destacan los de las prestigiosas Universidades de Oxford y Harvard) califican a esta droga como "de bajo riesgo".

Según este informe, queda certificado que el consumo de modafinilo incrementa la atención y potencia la inteligencia fluida, es decir, la velocidad de procesamiento y la capacidad de adaptación a situaciones nuevas. De ahí que tanto estudiantes como ejecutivos hayan decidido dar una oportunidad a un principio que promete, en condiciones normales y sujetos sin contraindicaciones, ayudar en la decisión y resolución de eventualidades con rapidez.

El Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología valora que nos encontramos ante "el primer ejemplo real de una droga inteligente, lo que genera un debate ético real que hay que enfrentar", poniendo el foco en el nuevo escenario que se estaba abriendo tras su consumo masivo: "Con cualquier método utilizado para mejorar la cognición, las consideraciones morales siempre deben ser tomadas en cuenta".

Más recientemente la Universidad de Oxford en Reino Unido quiso analizar las consecuencias de su consumo a través de un estudio cognitivo del que formarían parte distintos estudiantes de este centro. La atención visual, la memoria espacial, las funciones ejecutivas y la memoria episódica antes y después del consumo de modafinilo se compararon.

Algunos voluntarios, confirmaban tras la primera dosis que se sintieron "más despiertos y menos cansados" de lo habitual y también "menos dispuestos a la frustración". Sin embargo, tras una segunda dosis percibieron una "mayor distracción" prestando una desmesurada "atención a cosas equivocadas" que les distraían de su estudio. La cosa fue a más ylos voluntarios alegaron haber sentido dolor de cabeza, falta de apetito o vigilia. Tras la tercera y última dosis se repitieron estos pasajes tras un día en el que, como parte positiva, aseguraron, no dejaron de trabajar sin sentir cansancio. El médico que les atendió descubrió que sus hígados habían reaccionado intentando eliminar el modafinilo de sus cuerpos provocándoles las reacciones físicas que indicaron en sus informes. Cada cuerpo, concluían los médicos, reacciona de una manera distinta a un mismo impacto.

Las experiencias de otros estudiantes han sido bien distintas. Una vez que saben cómo deben administrar el uso de esta droga, de repente, todos los efectos secundarios desaparecieron.

En contraposición a los primeros estudios citados en este artículo, el Journal of Clinical Psychopharmacology publicó que los beneficios del modafinilo no son demasiado consistentes como para poder catalogarlo oficialmente como un potenciador mental. A lo que también se sumó la Universidad Católica de Chile donde argumentaron la "insuficiente evidencia de su eficacia". Por último, mucho más agorera se ha mostrado la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) elaborando un listado de posibles efectos secundarios entre los que se encuentran problemas a la hora de respirar; inflamación en cara, boca y garganta; erupciones; fiebre; mareo; dolor de cabeza; problemas estomacales y pérdida de apetito. Además, puede acabar derivando en otros problemas de índole psicológico como los cambios de humor, la sensación de desasosiego, la agresividad, la confusión e, incluso, el desarrollo de ideas suicidas.

El contrapunto a estas dos versiones respecto a la eficacia del modafinilo lo pone John Harris, director del Instituto para la Ciencia, la Innovación y la Ética de la Universidad de Manchester quien, sin negar su capacidad como potenciador cognitivo, no ve en esta sustancia nada que no lo pueda llegar a proporcionar el café o el ejercicio físico: "Si no eras un genio antes, no lo vas a ser después de tomar una píldora. La droga no es capaz de convertir a nadie en Einstein de la noche a la mañana".

Las precauciones son diversas. El modafinilo debe ser tomado con precaucion en pacientes que consumen las siguientes drogas: anticoagulantes ('diluyentes de la sangre') como warfarina (Coumadin); ciertos antidepresivos como amitriptilina, amoxapina, clomipramina (Anafranil), desipramina (Norpramin), doxepina (Sinequan), imipramina (Tofranil), nortriptilina (Aventyl, Pamelor), protriptilina (Vivactil) y trimipramina (Surmontil); ciertos antimicóticos como itraconazol (Sporanox) y ketoconazol (Nizoral); ciclosporina (Neoral, Sandimmune); diazepam (Valium); ciertos medicamentos anticonvulsivos como carbamazepina (Tegretol), fenobarbital y fenitoína (Dilantin); inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO), incluyendo isocarboxazida (Marplan), fenelzina (Nardil), selegilina (Eldepryl, Emsam, Zelapar) y tranilcipromina (Parnate); propranolol (Inderal); inhibidores selectivos de la reabsorción de la serotonina (SSRI) como citalopram (Celexa), escitalopram (Lexapro), fluoxetina (Prozac, Sarafem), fluvoxamina (Luvox), paroxetina (Paxil) y sertralina (Zoloft); rifampina (Rifadin, Rimactane); y triazolam (Halcion).

Son efectos secundarios leves del modafinilo: dolor de cabeza mareo dificultad para dormir o permanecer dormido somnolencia náusea diarrea estreñimiento flatulencia acidez estomacal pérdida del apetito cambios en el sentido del gusto boca seca sed excesiva sangrado nasal bochornos sudoración rigidez muscular o dificultad para moverse dolor de espalda confusión temblor incontrolable de alguna parte del cuerpo ardor, hormigueo o entumecimiento de la piel dificultad para ver o dolor de ojos


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  Artículo correspondiente a la columna dominical DE LA CABEZA del Diario La Nación correspondiente al domingo 10 de setiembre de 2023. Todo...