viernes, 10 de abril de 2020

ESTAS ENGORDANDO EN LA CUARENTENA? CULPALE AL CEREBRO...!!!


Articulo correspondiente a la columna semanal DE LA CABEZA del Diario La Nacion del sabado 4 de abril de 2020. Todos los derechos reservados.

En estos tiempos de COVID-19 y grupos toxicos de Whatsapp, un mensaje parece ser la constante en la mayoria y no tiene que ver directamente con el virus,el contagio o los malditos remedios caseros: "que mucho estoy comiendo en esta cuarentena". La queja universal. La preocupacion global. Mucho gira en torno a como se va a terminar este episodio de nuestras vidas: rodando o a los tumbos rebotando con la panza.

No. No mires con enojo a tu pobre barriguita. El problema esta mas arriba. Bien arriba. En el cerebro, que recibe constantemente mensajes de alerta, de peligro, de que todo se termina y se vienen tiempos de hambre y desolacion (?). Por eso reacciona de manera instintiva, con esa porcion reptiliana de encefalo que te explique varias veces en esta columna semanal y en mi libro CEREBRA LA VIDA, que hace que luches por la subsistencia, por la comida, sin pensar como. Y disparas al super a comprar... papel higienico.

Te parecio absurdo eso? Pues bien, el cerebro actua igual con la comida, en lo que yo di en llamar (como otros autores) el "comer emocional", el "atracon compensador" que hace que el cerebro haga al cuerpo acopiar lo mas posible porque el estres le nubla la razon con un caudal inmenso de neurotransmisores y hormonas (donde la adrenalina y el cortisol son los reyes), y hace que coma todo lo que puede, como en esa musica renacentista que la cantaba muy bien el cuarteto Zupay alla por los 80 ("...hoy comamos y bebamos y cantemos y holguemos que mañana ayunaremos..."). El cerebro interpreta el estres como un aviso de que habra carencia, entonces comienza el desenfreno por comer y sobre todo, comer calorias para convertirlas en grasa...!!! Por eso tenemos antojos dulces, porque el cerebro nos dicta inconscientemente que debemos ahorrar energia porque mañana puede faltar... y como ahorra el cuerpo de la mejor manera? Con grasa...!!!

Esta es la razon porque comemos cuando nos estresamos. El cerebro (mas especificamente la amigdala cerebral, el timbre de alerta de nuestro sistema limbico) no distingue el por que hay tanta adrenalina y cortisol tocandole a la puerta, entonces desencadena el mecanismo de la angusita para protegernos y uno de los mecanismos es el acopio. Se anula completamente la razon, predomina la emocion, y comenzamos a descontrolarnos en todos los aspectos de la vida. Pasa igual con el frio: cuando hace frio nos estiran los dulces que forman mas rapidamente grasa de reserva sobre todo en el abdomen y alrededor de los organos viscerales, para que pueda quemarse en una temporada de frio que el cerebro interpreta cercana. Y sabemos bien que en nuestro pais esto no es asi.

Gente querida: HAY VIDA DESPUES DEL COVID-19. No la vamos a pasar bien en las proximas semanas, PERO de nosotros depende salir de la mejor manera de esto. Aprendiendo mucho sobre todo. Y una de las cosas que hay que aprender es a no dejarnos llevar por el limbico, por la emocionalidad, sino que nos llamemos a la razon, permitamos al lobulo frontal tomar las riendas de todo y demostrarnos que a este virus se lo vence con inteligencia y con voluntad, y no a lo loco y con estres. Porque el estres mata... o por lo menos engorda. Nos vemos el sabado que viene para seguir estando DE LA CABEZA.

EL CUIDADO DEL CEREBRO EN TIEMPOS DEL COVID-19


Articulo correspondiente a la columna semanal DE LA CABEZA del Diario La Nacion del sabado 21 de marzo de 2020. Todos los derechos reservados.

En estos tiempos de coronavirus y bombardeos estresantes de noticias durante el dia y la noche, cuando en la otrora paz del hogar convertido en trinchera forzada contra la expansion del virus nos intranquilizamos por el ocio improductivo que nos hace refugiarnos en las comunicaciones de medios, redes y rumores, conocer como el cerebro actua en momentos de crisis puede ser un arma fundamental para preservar algo que es tan importante como la salud pulmonar de la afeccion del virus: la salud mental en tiempos de crisis. Leemos miles de tips dia a dia sobre como manejar crisis, que hacer con el tiempo muerto, se dan videotutoriales o se envian libros digitales para eso. Pero el conocer el funcionamiento nos da la clave para la gestion de las emociones, ese motor que definitivamente guia nuestra vida, y nos puede hacer salir airosos de la peor de las pruebas o estrellarnos de la peor manera en el mas profundo pozo de nuestra propia desesperacion.

El cerebro en situaciones críticas posee una manera de responder diferente a la que utilizamos día a día, activa un sistema neuronal de respuesta ultra rápida que pone en marcha una serie de respuestas comportamentales y hormonales que tienen como objetivo sobrevivir. Este modo de funcionar nos viene dado, es innato y es diferente del que utilizamos día a día de manera consciente. En muchas circunstancias, nuestro cerebro funciona de manera consciente y procedimental (poniendo en marcha funciones ya aprendidas, como andar y hablar). Sin embargo, ese modo de funcionar no es el único disponible en el cerebro. En situaciones críticas, donde detecta un riesgo o amenaza para la vida, el cerebro funciona con otras redes neuronales encargadas de poner en marcha el sistema de supervivencia. Nuestro cerebro está preparado para tomar decisiones de forma inmediata en el caso de identificar un peligro inminente. En este sentido, tenemos un sistema de redes neuronales diseñadas para funcionar como sistema de alarma y es este sistema el encargado de tomar decisiones en situaciones críticas. Este sistema de alarma no es perfecto y en ocasiones puede empujarnos a tomar decisiones equivocadas o poco ajustadas. Por eso se pide siempre calma para poder tomar las decisiones mas acertadas.

El cerebro humano posee un sistema neuronal encargado del procesamiento emocional y de las respuestas relacionadas con el miedo y la ansiedad; hablamos del sistema límbico, ubicado en el lóbulo temporal. En el sistema límbico, poseemos una estructura dedicada específicamente a la detección y procesamiento del peligro: la amígdala cerebral. La amígdala está conectada con diferentes áreas cerebrales y tiene capacidad de poner en marcha comportamientos rápidos e intensos. Prácticamente todas las especies de mamíferos poseen una reacción innata de huida-lucha-parálisis frente a estímulos peligrosos y esta reacción es desencadenada por la amígdala. La reacción de alarma puede ser «encendida» de manera consciente al darse cuenta de que existe un peligro grave, o bien, de manera inconsciente mediante un «atajo» cerebral. Dicho de otro modo, existe la posibilidad de que antes de que nos demos cuenta ya se haya encendido el sistema de supervivencia y que la amígdala ponga en marcha diferentes respuestas.

En primer lugar, el cerebro en situaciones críticas puede dar la orden de huir, y esta orden no será meditada. Es decir, nuestro cerebro no preguntará si creemos que es adecuado huir o permanecer en la situación. Por ello, la respuesta en momentos de peligro puede empeorar la situación, porque tomamos decisiones a modo de reflejo sin medir las posibles consecuencias. La función de la huida es simplemente alejarnos del peligro para buscar refugio y ayuda, y en una situación crítica puede llevarnos a escapar de un sitio sin detectar los peligros a los que nos enfrentamos al elegir esa opción, como cruzar una calle sin mirar el tráfico o saltar por un balcón. Otra respuesta posible es la lucha o pelea (en inglés fight) y es la respuesta mediante la cual el individuo lo da todo por su vida o por eliminar el estímulo peligroso. Cuando sistema simpático se activa esta respuesta de lucha se elevan notablemente los niveles de adrenalina en sangre y se genera una respuesta de estrés aguda que hace que los músculos sean más resistentes, la piel menos sensible y que los pulmones tengan mayor capacidad. Todo ello se traduce en una mayor resistencia y fuerza. En tercer lugar, otra de las respuestas puede ser la parálisis o perplejidad, es decir perder la capacidad de reacción, esconderse y no poder hacer nada. La parálisis -como respuesta- busca que la amenaza pase sin reparar en nuestra presencia. Así mismo, es muy importante tener presente que si se desata esta respuesta, la persona no tiene capacidad de activar su sistema locomotor (del movimiento muscular) y, por ello, se queda inmóvil.

De este modo, el cerebro en situaciones críticas posee un sistema de supervivencia que es activado de manera ultra rápida e inconsciente, en milisegundos, y puede llevarnos a dar una respuesta poco acertada en dicha situación. De hecho, muchas veces la respuesta de alarma aumenta el peligro y es por ello que existe todo un grupo de profesiones encargadas de entrenar a las personas para que sepan actuar en una emergencia. Situaciones como la que vivimos en estos dias hace que el cerebro tome decisiones paralizantes, de fuga o de lucha, pero... podemos vencer ese miedo si luchamos contra el? No seria mejor tomar otras acciones? La consecuencia segura e inmediata de pasar por una situación crítica, una vez finalizada la misma, es el agotamiento físico y emocional. Este cansancio extremo es resultado del desgaste que provoca pasar por una situación de peligro o extrema delicadeza y puede durar más de un día, e incluso puede mantenerse a pesar de dormir y descansar. Esto ocurre porque todos los recursos neuronales y físicos se destinaron a sobrevivir y a superar la situación y lo último que tiene lugar es la recuperación de la energía perdida.

Otra posible consecuencia, además del agotamiento, es la huella que deja la situación crítica en nuestra memoria. Esto ocurre porque la amígdala y el hipocampo (estructura encargada de fijar los nuevos aprendizajes y crear recuerdos) trabajan juntos. Así, la amígdala activa al hipocampo de manera tan intensa que hace que el recuerdo quede fijado con mucha fuerza. Por este motivo, las situaciones críticas tienden a recordarse durante toda la vida y con una buena cantidad de detalles. Así mismo, otra de las posibles consecuencias de la activación del cerebro en situaciones críticas puede ser el Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT). Esta condición se desarrolla cuando el nivel de activación física es extremadamente alto y la emoción principal es el miedo intenso, aunque no siempre que se pasa por una situación crítica se desarrolla TEPT. Por otro lado, este síndrome requiere de terapia psicológica especializada ya que se caracteriza por flashbacks de lo ocurrido, momentos de mucha tristeza y la percepción de una amenaza constante en el entorno más cercano. Por último, es importante recordar que el cerebro puede aprender a responder de manera más adaptativa a situaciones críticas o de peligro. El entrenamiento, los protocolos de actuación en emergencias y las estrategias de defensa personal son elementos claves que pueden ayudarnos a mejorar nuestra respuesta de supervivencia.

La mejor solucion en estos tiempos de crisis es la de descontextualizar la accion emocional del cerebro y llevarla al campo de la razon, es decir, sacarla de la zona limbica y llevarla a la zona frontal. Porque alli podriamos ver que el preocuparnos por la situacion que no podemos cambiar con la elevacion excesiva de nuestros niveles de estres solo contribuye a debilitarnos no solo fisica sino tambien inmunologicamente. Y eso porque el cerebro trabaja en conjunto con las glandulas del cuerpo y su sistema de defensa (en una especialidad que hoy en dia se conoce como psiconeuroinmunoendocrinologia), por lo que hoy ya sabemos que el estres excesivo desgasta nuestras defensas y nos propende a contraer enfermedades con mayor facilidad. Y el Covid-19 no sera la excepcion, no olvidemos que ataca a los inmunodeprimidos por eleccion.

Que puedo decirte en estos tiempos de incertidumbre? Que al Coronavirus no se lo gana emocionalmente, sino con inteligencia. En resumen, estando DE LA CABEZA. Nos leemos el proximo sabado.

EL CEREBRO ROBADO Y EL SECRETO DEL TALENTO EN LA MENTE HUMANA


Articulo correspondiente a la columna DE LA CABEZA del Diario La Nacion del sabado 7 de marzo de 2020. Todos los derechos reservados.

Por qué hay personas sumamente inteligentes? Por qué el talento se distribuye en unas personas si y en otras no? La respuesta no es fácil, pero el cerebro de una persona increible nos ayudó mucho a entender acerca de esto, Sin embargo, antes hay una historia de ribetes policiacos que conocer. Y es que ese cerebro, cuyo "propietario" habia fallecido de un aneurisma de aorta abdominal, fue "robado" despues de la autopsia hecha al paciente en el Hospital de la Universidad de Princeton donde fallecio. El paciente, en vida, habia determinado ser cremado y sus cenizas arrojadas al rio Delaware. Eso se cumplio... en parte. Porque el patologo que realizo la autopsia se guardo el cerebro en un frasco de mayonesa con el loable fin de estudiarlo. El ladron era el prestigioso patologo Thomas Harvey y el paciente, nada mas y nada menos que el mismisimo Albert Einstein.

Una vez consumado el hecho de extraer el cerebro del genio, lo pesó, descubriendo que pesaba 1.230 gramos, el límite inferior del rango normal para los hombres de la edad del físico. Posteriormente lo fotografió desde distintos ángulos y lo colocó intacto en una solución de 10 por ciento de formol. Y se lo guardo. Cuando comenzó a rumorearse que el cerebro de Einstein había sido extraído a sin consentimiento del paciente ni de la familia, Harvey se las ingenió para convencer a Hans Albert Einstein, el hijo mayor del profesor, de que lo dejara conservar el cerebro de su padre, siempre y cuando lo usara sólo para el estudio científico. Sin embargo, al Hospital de Princeton no le gustó el proceder de Harvey y lo despidió en el acto. Harvey, de todos modos, se llevó el cerebro de Einstein a la Universidad de Pennsylvania en Filadelfia para diseccionarlo en 240 piezas y conservarlo en celoidina, una forma dura y elástica de celulosa. También creó 12 juegos de 200 diapositivas que contenían muestras de tejido indexadas a las piezas y se las envió a algunos investigadores. Luego dividió las piezas en dos jarros de dulce que contenían alcohol y se las llevó a su casa para almacenarlas en el sótano de su casa. Harvey se contactó con varios neurólogos para que examinaran el cerebro de Einstein, pero, increíblemente, nadie aceptó el ofrecimiento, quizás porque tomaron a Harvey por un lunático o quizá simplemente tenían cosas más importantes que hacer. Lo único cierto es que a contar de ese momento, la vida de Harvey entró en una espiral de mala racha como si se tratara de una maldicion del propio Einstein. Su mujer lo acusó de obsesionarse con el cerebro del científico y lo abandonó y el pobre de Harvey quedó arruinado económicamente y solo.

Harvey, entonces, con hambre y sin trabajo, guardó el cerebro de Einstein en la valijera de su auto y recorrió gran parte de Estados Unidos en busca de ganarse el pan. Ejerció como médico y también como operario en una línea de montaje de una fábrica de plástico. El mundo, atento al final de la guerra del Vietnam y el escándalo del Watergate, se olvidó por entonces del cerebro perdido de Albert Einstein. No fue sino hasta 1978 cuando el periodista Steven Levy, de la revista New Jersey Monthly, logró que Harvey le concediese una entrevista. Por esa época Harvey trabajaba como supervisor médico en un laboratorio de pruebas biológicas en Wichita, Kansas, manteniendo el cerebro de Einstein en una caja de sidra escondida debajo de un enfriador de cerveza. La entrevista de Harvey se publicaría con el revelador título “Yo encontré el cerebro de Einstein”. A partir de ese momento, y luego que la historia de Thomas Harvey y el cerebro perdido de Albert Einstein fueran publicados en la revista “Science”, comenzaron a llegar a la casa del ex patólogo peticiones de muestras de muchos investigadores. Y Harvey les enviaba pequeñas piezas del cerebro de Einstein, más pequeñas que las que ya tenía conservadas, cortándolas con un cuchillo de cocina que utilizaba para tal efecto. Las piezas de cerebro eran enviadas por correo postal en un frasco, la mayoría de una marca de mayonesa que el patólogo ingería de manera compulsiva. La BBC realizaría más tarde un documental sobre su vida, donde se mostraba al ya octogenario Harvey vagando en el sótano de su casa con un frasco y cortando una pieza del cerebro de Einstein en una tabla de quesos con su cuchillo de cocina “especial”.

Harvey murio el 5 de abril de 2007 a los 95 años y los descubrimientos emanados del cerebro de Einstein que "robo" en aras de la ciencia nos darian luz a lo que es el talento en el cerebro humano. Una vez que el articulo donde se contaba de la existencia del cerebro perdido (y robado) de Einstein vio la luz, fue leído por varios científicos de la Universidad de Berkeley, en California, entre ellos la neuróloga Marian Diamond, quien se puso en contacto con Harvey para pedirle un trozo de aquel encéfalo que tan celosamente guardaba. Diamond analizaría la muestra y publicaría un revelador artículo en 1985 en el que sostuvo que Einstein tenía más células gliales (cuya función principal es dar soporte a las neuronas) por neurona que una persona normal.

Es asi que el cerebro de Einstein (realmente los cortes)  se comparó con el de otros varones similares en edad: todo fue igual y dentro de los límites normales, salvo en los lóbulos parietales donde se encontró un aumento de tamaño de 1 cm más o menos en el ancho, correspondiente al 15% del volumen cerebral para dicha zona. En este lugar asientan la cognición visuoespacial y el pensamiento matemático. Y es que Einstein presentaba un compartimiento diferenciado en cada uno de los lóbulos parietales en vez de los dos característicos separados por la cisura de Silvio. Además, análisis histológicos de esta zona demostraron que la corteza cerebral tenía un 77% más de células gliales (las encargadas de la nutrición de las neuronas) por neurona que los cerebros restantes estudiados, lo cual sugería una respuesta a una mayor necesidad metabólica y podría reflejar un mayor uso de este tejido en la expresión de sus poderes conceptuales fuera de lo normales.  Ademas, presentaba un extraordinario desarrollo del cortex prefrontal que traducian anatomicamente sus enormes capacidades cognitivas. Y lo que mas llamaba la atencion: una altisima densidad de neuronas en algunas regiones y de celulas gliales que el promedio de las personas.

 Otros talentosos, como el caso de los genios musicales, combinan el desarrollo de varias funciones en su cerebro: oído, percepción, apreciación, memoria y ejecución. Respecto al oído, tenemos un gran desarrollo de la corteza auditiva primaria, la cual se halla en gran medida en la región anteromedial de la circunvolución de Heschl o giro transverso anterior del lóbulo temporal para los estudiosos de la neurofisiología y la neuroanatomía. Un estudio publicado en Nature Neuroscience en el 2002 reveló que este giro es 2,3 veces más grande y el doble de activo en el cerebro de músicos profesionales respecto de aquellos que no lo son. Esto revela una vez más la llamada plasticidad cerebral que se desarrolla bajo condiciones de intensa formación musical.

Otros investigadores llamaron la atención sobre el cambio de la irrigación cerebral en el cerebro de los talentosos. Estudios demostraron que el cerebro de los esquizofrénicos tiene un desvío de la circulación sanguínea hacia zonas frontales hiperactivadas por la misma patología. De más está decir que el cerebro afectado por un tumor remodela la circulación cerebral haciéndola funcional al tumor que consume los recursos cerebrales. Pero en los concertistas de piano sometidos a RMN funcional se ha visto que la circulación sanguínea aumenta notoriamente en la circunvolución precentral del lóbulo frontal, zona motriz primaria de las manos y los brazos. Se sugiere que, en estos casos, existen factores angiogenéticos (que propenden a la creación de nuevos vasos sanguíneos) en las zonas más desarrolladas.

Mucho se ha estudiado respecto a este tema, pero probablemente el talento, por ejemplo en la ejecución de un instrumento como el que logra la presteza magistral con la que mi querida amiga Berta Rojas toca su delicada guitarra clásica y nos deleita con sus magistrales interpretaciones de Barrios y de todas las figuras de la música mundial, se debe al aumento de las conexiones entre neuronas, las sinapsis, y al incremento de la eficiencia sináptica o de comunicación inter-neuronal en las áreas motrices clave, sumado ello a la posibilidad de que en estas zonas se lleve a cabo la aún no comprobada pero si sospechada neurogénesis, es decir, el nacimiento de nuevas neuronas.

El talento, como vemos, se crea en el cerebro con mas conexiones entre las neuronas. Y hace que saber de esto nos tenga realmente de la cabeza. Nos vemos el sabado que viene.

EL ARTE DE MENTIR


Articulo de la columna semanal DE LA CABEZA publicado en el DIARIO LA NACION correspondiente al sabado 18 de enero de 2020. Todos los derechos reservados.


Uno de mis ídolos de la ficción de series televisivas es Carl Lightman, el ficticio protagonista de la serie “Lie To Me” (la podian ver en Netflix hasta hace poco) encarnado magistralmente por Tim Roth, que investiga a quienes mienten mediante sus rasgos y cambios faciales (me encanta y se las recomiendo). Usando como motivación esta serie, sabemos que la detección de mentiras hoy en día se convirtió en una ciencia y en una especialidad dentro del rubro de empresas que brindan servicios de seguridad. Pululan por la web y por los periódicos, servicios de detección de mentiras y detectores de todo tipo.

¿Pero esto tiene realmente un fundamento neurocientífico?

Hoy en día, existen aparatos que preguntan la verdad y buscan detectar mentiras no directamente a los individuos, sino a sus cuerpos, buscando mínimos e imperceptibles cambios dentro de la fisiología normal de las personas analizadas. Con mayor o menor rigor científico, nos encontramos con estos detectores en todos lados. Con el tiempo, la mayoría de las empresas con cargos de confianza donde se manejan valores, seguridad o secretos de todo tipo, recurrirán como norma a estos detectores. Y se basan en la simple premisa de que si un individuo miente, su cuerpo comenzará a delatarlo aunque este no lo desee. Pero, Houston tenemos un problema: el margen de error de estos aparatos ronda el 20%, y en cualquier “googleo” normal se pueden encontrar consejos para burlar a los detectores de mentiras, que van desde morderse los labios hasta tensar los músculos, por lo que su uso en procesos penales es cada vez más restringido.

Sin embargo, las Neurociencias han acudido a solucionar este problema, y han ayudado a estudiar zonas del cerebro y su funcionamiento en estas condiciones. Un simple electroencefalograma (colocación de electrodos en el cuero cabelludo para detectar ondas eléctricas en la superficie cerebral) que muestre ondas cerebrales características delataría a un mentiroso. Estas ondas se denominan P300 porque aparecen exactamente 300 milisegundos después de una percepción que evoca en el examinado el oír, ver o identificar en el examinado algo que tenga una carga o representación emocional singular. A diferencia del famoso polígrafo que detecta alteraciones, estas ondas aparecen solo cuando lo que se nombra tiene alguna información determinada respecto a lo mencionado, pues se familiariza con ello: “bomba”, “atentado”, “muerte”… No se requiere de preguntas sino de enfrentar al examinado con pruebas relacionadas al hecho en sí: fotografías, audios, referencias exactas. De esta manera, por ejemplo, al mostrar al examinado fotos de armas específicas, el inocente solo las conocería por la televisión, mientras que el culpable emitiría una señal cerebral de vinculación con hechos, es decir… una P300.

 Otro método muchísimo más eficaz, descubrió mediante pruebas, que cuando una persona miente, se activa una porción específica del cerebro. Esto se realizó introduciendo voluntarios en un resonador magnético funcional, y realizando test de verdad y mentira con ellos, se comprobó que siempre, al mentir, se activaba una zona cerebral llamada giro del cíngulo a nivel de la región límbica. Esta zona participa de la toma de decisiones conflictivas, porque se activa en los momentos en que no decimos la verdad, lo cual nos lleva a demostrar que el cerebro humano es un órgano noble que siempre está predispuesto “de fábrica” a decir la verdad, pero que al no hacerlo de manera voluntaria, activa esta zona. Por ende, para mentir, hay que gastar energía, hay que trabajar más.

Un método menos aparatoso y más barato consiste en medir la irrigación sanguínea de la región facial. Se ha descubierto que al mentir aumenta la irrigación a la cara por una vasodilatación a ese nivel. Esta puede ocurrir a un nivel alto que muestre que el individuo miente por “ponerse colorado”, pero también a un nivel indetectable mirándolo desde afuera. Al observar a los individuos que mienten en una cámara infrarroja de alta detección (unas 20 milésimas de grado), se puede observar en la zona de los ojos donde la piel es más delgada, un delator cambio en la temperatura.

Como ven, esto de mentir… es toda una ciencia que nos puede llegar a tener DE LA CABEZA. Nos vemos el otro sabado...!!!.

jueves, 9 de abril de 2020

EL CUENTO DEL CEREBRO QUE NO PODIA SER EMPATICO


Articulo correspondiente a la columna DE LA CABEZA del Diario La Nacion del sabado 29 de febrero de 2020. Todos los derechos reservados,

Habia una vez un cerebro que no podia ser empatico. No podia colocarse en el lugar del otro para poder entender lo que pasaba, algo determinante para la realizacion y el desarrollo de las relaciones interpersonales. Por mucho tiempo, muchos cientificos atribuyeron esa discapacidad empatica de ese cerebro a un trastorno meramente afectivo, pensando que era consecuencia de ese deficit de afecto mas que realmente causante del mismo. Sin embargo, el desarrollo de las tecnicas de Neuroimagenes, asi como los avances en Genetica han demostrado que ese cerebro que no podia ser empatico tenia una causa neurobiologica mas que emocional en su carencia. Ese deficit se relacionaba con alteraciones cerebrales durante la vida intrauterina y con trastornos relacionados con la herencia. Y sobre todo, que habia mas "cerebros que cerebras", es decir, habia seis cerebros masculinos por cada cerebro femenino que no podian ser empaticos, lo cual indicaba que algo anormal podria haber en el cromosoma Y que es el que determina el sexo masculino.

El cerebro que no podia ser empatico era examinado constantemente desde la perspectiva biologica (con las tecnicas de Neuroimagen y las pruebas geneticas), el aspecto cognitivo (los test neuropsicologicos sobre las funciones comprometidas) y el enfoque clasico comportamental (la interaccion del cerebro con su entorno, los familiares y la sociedad). De estas tres formas de examen, el cerebro que no podia empatizar era trabajado en los tres ambientes, pero encontraba los mayores progresos en el enfoque cognitivo, donde se obtenian los mejores logros para que mejore esa carencia. Muchos de esos cerebros, con inteligencia prodigiosa, encontraban severos problemas de relacionamiento, los cuales solucionaban aplicando reglas estrictas a la convivencia, reglamentando las conductas, lo cual hacia que estos cerebros tengan conductas rigidas respecto al entorno, no procesando actitudes aparentemente simples como las bromas o la ironia. Otros cerebros simplemente tenian serios problemas de comunicacion, de lenguaje, de comprension, y su capacidad de empatia quedaba sepultada por la dificultad enorme de procesar las emociones como una fuente de informacion de lo que les rodeaba, no comprendiendo el por que de las cosas, mas que mecanicamente.

El cerebro que no podia ser empatico tenia dificultad no solo para saber lo que sentian los demas, sino tambien lo que sentia el mismo. Decia que parecia sentir algo pero no podia explicarlo ni describirlo, lo que en Psiquiatria se llama "alexitimia" (no poder explicar con palabras las emociones). Incluso se llego a pensar que este cerebro no sentia nada. Pero estudios de Neuroimagenes demostraron que las zonas relacionadas con las emociones se activaban normalmente con los estimulos, pero no habia respuesta en la zona de la insula anterior, que es donde se reconocen los propios sentimientos. Es decir, el cerebro se emocionaba... pero no sabia que lo hacia. Ni lo podia entender. Igualmente, el cerebro que no podia ser empatico se comparo con otros cerebros que no tenian problema alguno con esto, y se encontro que en ambos se activaban las mismas zonas de la corteza en el momento de la mentalizacion de acciones, es decir, de la toma de conciencia: la corteza prefrontal medial, la parte posterior del surco temporal superior, del precuneo, de la amigdala y de la corteza temporoparietal, zonas que suenan muy complejas, pero que regulan en realidad las emociones. Y al activarse en todos los cerebros las mismas zonas, demostraron que el cerebro que no podia ser empatico tenia problemas en conocer que estas zonas se activaban, en saber que se emocionaba, en "sentir que sentia".

Habia una vez uno y cientos de miles de cerebros que no podian ser empaticos. Y las Neurociencias les han puesto un nombre y un diagnostico a algo que no es una enfermedad sino una condicion. Son los maravillosos cerebros de las personas que se encuentran dentro del espectro autista. Personas adorables y un mundo por conocer. Yo soy padre de uno de ellos y me tiene DE LA CABEZA de amor. Conocerlos es entenderlos. Empatizar con ellos es lo mejor que podemos hacer, aunque ellos, en apariencia, no puedan hacer lo mismo con nosotros o con otros. Nos leemos el sabado que viene.

CUANDO TE SUSURRAN AL OIDO... Y NO HAY NADIE...


Articulo correspondiente a la columna semanal DE LA CABEZA del Diario La Nacion del sabado 22 de febrero de 2020. Todos los derechos reservados.

No. No vamos a hablar de fantasmas. O si? Mmm a ver... si te pregunto si alguna vez escuchaste a una voz que te susurraba algo al oido, o simplemente "te parecio" escuchar una voz que te llamaba... te paso? No creo que me respondas afirmativamente porque quizas temas que te tomen por loco, ya que se asocia a las alucinaciones auditivas el acompañar a sintomas de patologias mentales tan severas como la esquizofrenia. Pero si te digo que personalidades como Carl Gustav Jung o el gran Andy Warhol escuchaban voces... te sentirias mas tranquilo? No creo. Pero te invito a seguir leyendo y te vas a dar cuenta que es mas comun de lo que parece... y no tan anormal. Estudios hechos en grupos de nivel cultural elevado demostraron que al menos un 70% de los encuestados oyo alguna vez la voz de un familiar muerto o que atribuyeron a una causa sobrenatural de origen divino. Sin embargo, hoy sabemos que los sonidos que oimos antes de caer dormidos o inmediatamente despues de despertar son pseudoalucinaciones, y que pueden llegar a un 40% de los casos encuestados. El numero de personas que afirman oir voces llega a un 5% de la poblacion en Europa y Estados Unidos, mientras que la esquizofrenia alcanza cuando menos a 1 de cada 100 personas, acompañandose las alucinaciones auditivas de un trastorno de tipo psicotico solo en un pequeñisimo porcentaje de los casos.

Entonces, a que se deben las alucinaciones visuales? Se cree que los que las padecen tienen mucho "silencio interior", poca vida social, y gran oportunidad por ello de retraerse en soledad, lo cual hace que muchas veces piensen y asuman que lo que estan pensando les llega como sonidos al oido. Se ha comprobado, igualmente, que muchos de los afectados por estas alucinaciones han sufrido maltrato o abandono en la infancia, o algun trauma posteriormente en la vida adulta, respondiendo en estos casos las alucinaciones mas a una necesidad de la propia psiquis sufriente que a una verdadera sintomatologia patologica. Se cree que en estos casos falla en el cerebro un circuito de regulacion que hace que tengamos conciencia del propio "yo" que pueda hacerse cargo de la autoria del pensamiento, y al producirse esa "despersonalizacion del contenido de la mente", se interprete al propio pensamiento como una voz que susurra al oido lo que en realidad se esta pensando.

En pacientes que sufren reales alucinaciones auditivas en el contexto de esquizofrenia, se ha encontrado que el giro temporal izquierdo, una parte del cerebro, se halla mas empequeñecido. En otros casos, cuando no llegan sonidos desde el exterior por alguna situacion (como el aislamiento extenso o la soledad forzada), hace que la persona "se escuche mas a si mismo", e interprete esos pensamientos como voces ajenas. Esto pasa porque el cerebro mantiene los circuitos neuronales con informacion sonora recibida anteriormente aun "en reverberancia"; es decir, intactos con la informacion auditiva almacenada. Estas señales alcanzan "vida propia" cuando no se recibe estimulo sonoro alguno desde el exterior.

Cuando los esquizofrenicos sufren alucinaciones auditivas, escuchan cosas negativas, despreciativas e incluso ofensivas como contenido. Los que presentan alucinaciones auditivas "normales" sin patologia de base, sin embargo, incluso a veces dicen sentir "voces de aliento" para ellos. Y esto puede ser tan molesto en individuos sin patologia de base, que pueden llegar a requerir ayuda: disminuir la valoracion del contenido de las voces (o dicho "en paraguayo" el vulgarmente "no darle pelota") y hasta limitar el tiempo de "conversacion" con la voz que se escucha. Lo que se dice, en verdad, volver a recuperar el control DE LA CABEZA. Que para eso estamos cada semana. Y ahora, les dejo hasta la semana que viene, porque la voz normal en mi oido me dice que tengo que ir a prepararme un terere. Y ahora saben que esa voz es totalmente normal. Nos vemos el sabado que viene...!!!


CUPIDO EN EL CEREBRO


Articulo correspondiente a la columna semanal DE LA CABEZA del DIARIO LA NACION del sabado 15 de febrero de 2020. Todos los derechos reservados.

Ayer nomas celebramos el dia de los enamorados, ese donde los pajaritos cantan, las nubes se levantan, y los comercios aprovechan las hormonas disparadas para hacernos dejar nuestros ahorros en pos de la persona amada. Pero ese es otro tema. El motivo de esta columna en cuestion es mucho mas complejo que eso: que es el amor? Donde se expresa el amor? Tiene un sitio fisico el amor?

De buenas a primeras lamento desilusionar al lector, pero si de correccion anatomica nos referimos, el sitio del amor no es el corazon, sino el cerebro, pero en vista que es muy dificil construir un cerebro de rosas o de chocolate, nos quedaremos con la imagen estereotipada (y falsa) de los corazoncitos atravesados por una certera flecha para estos dias. Y eso se sabe por haber estudiado con un resonador magnetico funcional (un aparato que permite ver las zonas que se activan en el cerebro) a muchas personas enamoradas. Todas estas personas, al mirar fotografias de sus "amores" y pensar amorosamente en ellos, e independientemente del sexo (masculino o femenino) o de la orientacion sexual de los mismos (heterosexuales u homosexuales), "iluminaban" al escaner cuatro zonas bien caracteristicas del cerebro, de manera bilateral, zonas que dare en llamar para este articulo como "zonas del amor".

La primera zona cerebral activada en personas enamoradas corresponde al sistema limbico, la zona del cerebro encargada de las emociones. Esta se activa al observar la imagen de la persona de la que se esta enamorado. Sin embargo, la zona del cerebro encargada de la visualizacion, la corteza occipital, no se ilumina en ningun caso a diferencia de la region limbica, lo que determina que el amor no activa centros visuales motores puros, sino directamente centros cerebrales relacionados a las emociones. Estas zonas del amor en el limbico tambien se activaban con cocaina, por lo que se infiere que el amor (al igual que la droga) nos euforiza.

La segunda zona del amor no se halla en las zonas relacionadas al apetito sexual y que se localizan en el hipotalamo, activadas cuando la persona desea tener relaciones sexuales. Estos centros sorprendentemente no se activan cuando la persona observa enamoradamente la imagen de su pareja, lo cual implica que amor y sexo no necesariamente van de la mano. Aunque cuando el amor y el deseo se conjugan, se activa la segunda zona del amor situada en los nucleos caudado y putamen (nucleos de celulas neuronales de la base del cerebro), los cuales aportan el componente erotico al amor de pareja.

La tercera zona del amor se encuentra en una zona llamada corteza cingular anterior que sirve para reconocer tanto nuestros sentimientos como los de la otra persona, y que es fundamental para una relacion de pareja.

La ultima zona del amor se halla en una zona profunda del cerebro llamada region insular y que presenta mucha actividad. Cuanto mas atractiva es la imagen de la pareja, esta zona se activa mas. Es por eso que decimos que esta zona integra las imagenes recibidas con el mundo cerebral de los sentimientos. Y curiosamente, recibe informacion de las visceras abdominales. Que nos parece raro al leer esto? O acaso nunca al enamorarte sentiste las "mariposas en el estomago"? Bueno, existen. Al menos en el cerebro, y quizas sea el lugar donde las mariposas hagan una parada en su viaje neuronal desde nuestro estomago hasta nuestro cerebro consciente.

Como estos cuatro pequeños sitios influyen tanto en algo tan poderoso como el amor que, a decir del refran, "mueve al mundo"? Sencillo: estos centros se conectan ampliamente con numerosos centros del cerebro. Y estas conexiones se nos muestran cada vez de manera absolutamente distinta, por eso es que cada experiencia amorosa es totalmente diferente a la otra. Y asi como hay zonas que se activan en el amor, otras se anulan para poder permitir la expresion y accion plena de las activadas. Y, oh sorpresa, casi todas se hallan en el hemisferio derecho, el calculador y logico, y oh nueva sorpresa, casi todas median sensaciones negativas como el caso de la amigdala que media en la tristeza, la agresividad y el miedo. Definitivamente, el amor mata lo negativo desde el mismo cerebro, o como el lobulo frontal derecho que se activa profusamente en las personas depresivas o tristes y que en los enamorados esta totalmente paralizado.

El amor, definitivamente, nos tiene DE LA CABEZA. Siempre. Y creo que hoy vimos en parte por que. Feliz dia de los enamorados y nos leemos el sabado que viene.


PERDON SI BOSTEZO


Articulo correspondiente a la columna semanal DE LA CABEZA del DIARIO LA NACION del sabado 8 de febrero de 2020. Todos los derechos reservados.

Abra la boca forzando fuertemente la mandibula. Inhale profundamente y exhale algo menos de lo que inhalo. Termine cerrando la boca. Felicidades! Acaba de participar de uno de los rituales fisiologicos mas antiguos de la naturaleza: el bostezo. Bostezan los mamiferos y casi todos los animales que poseen columna vertebral, incluso cocodrilos, peces, aves y tortugas. Y el ser humano desde incluso antes de nacer: se sabe (y se ve por ecografias) que el feto ya bosteza en el ultimo trimestre de su desarrollo intrauterino.

El mecanismo del bostezo es un regalo a los que amamos las Neurociencias por su riqueza integradora de sistemas dentro del encefalo humano. Y le apuesto una cerveza donde quiera esta misma noche que en este momento de la lectura, usted ya ha experimentado (y en menos de dos parrafos) una de las caracteristicas principales del bostezo: el contagio. Es tan insidioso que con solo pensar o leer sobre el (y ni que decir mirar a alguien que bosteza) nos hace imitarlo. Y es que aqui intervienen los mecanismos cerebrales de la imitacion, el reconocimiento facial y la empatia, acciones que se encuentran afectadas en el autismo, la esquizofrenia y algunas lesiones cerebrales puntuales. Observando los bostezos de mucha gente, podemos ver que todos son iguales en su produccion aunque difieran en duracion y forma. Son lo que en etologia (la ciencia de la conducta) se llama "pauta fija de accion", es decir, una respuesta corta, rapida y eficiente a un tipo de estimulo determinado. No es un reflejo sino es como un estornudo: una vez que comienza debe necesariamente terminar, no se puede "bostezar por la mitad".

Nadie bosteza porque se lo ordenan. Esto demuestra que el bostezo es algo que surge de manera inconsciente. Se desencadena por "contagio imitativo" y se reprime si uno tiene mucho control sobre si mismo como cuando se siente observado. Pasa lo mismo con el hipo, acto igualmente inconsciente pero no contagioso, el cual tambien se reprime si uno se siente observado. Y ese contagio del bostezo es solo propio del ser humano y sus parientes evolutivos mas cercanos, aunque como vieramos el bostezo esta presente en muchas especies animales. Y ya lo sabemos y la Neurociencia lo ha demostrado: bostezamos cuando estamos aburridos y cuando se acerca la hora de dormir o nos despertamos. Cuando vamos a bostezar para dormir tambien "nos estiramos" y eso se ve incluso en personas con hemiplejia, es decir, paralisis por alguna causa, viendose que el tronco se mueve como si se fuera a extender la mitad paralizada: esto demuestra que el ritual del bostezo se acompaña de una serie de actos mecanicos involuntarios.Se ven bostezos en personas en coma lo que proporciona muchas dudas al respecto de sus centros de control: personas solo con bulbo raquideo funcionante bostezan, aunque para el bostezo normal intervienen otros centros superiores y de mayor evolucion cerebral.

Hay mitos del bostezo que se rompen: no bostezamos porque hay menos oxigeno y mas dioxido de carbono en el ambiente. Y nos contagiamos del bostezo porque, al igual que la risa, es un mecanismo pseudo imitativo que nos permite inconscientemente socializar (por eso los programas comicos o los shows de stand up cuentan siempre con "reidores profesionales" que contagian la risa al publico para romper el hielo. Pero, pese a todo lo que les conte hoy, el bostezo aun se halla poco estudiado en la Neurociencia, quizas porque es un mecanismo tan rutinario y aburrido, que no nos tiene DE LA CABEZA y, probablemente, estudiarlo nos haga bostezar. A mi, personalmente, me maravilla. Nos leemos el sabado que viene.


DONDE ESTOY?


Articulo correspondiente a la columna DE LA CABEZA del diario La Nacion del sabado 25 de enero de 2020. Todos los derechos reservados.

Quienes vieron MEMENTO, una pelicula de suspenso del año 2001, recordaran al personaje de Lenny, quien habia sufrido una lesion cerebral que le impedia recordar sucesos por mas de un minuto. Esto es lo que se conoce como amnesia anterograda y los que la padecen pueden recordar sucesos anteriores a su lesion pero nada despues de haberse producido el daño, como si su historia acabase cuando sucedio el evento que les causo el daño. Lenny tenia un daño en el hipocampo, esa estructura cerebral similar a un caballito de mar, cuya importancia para la memoria es clave.

Hoy sabemos que el hipocampo y la zona cerebral que lo rodea no solo guardan hechos relacionados a la memoria, sino que tambien pueden ayudarnos a ubicarnos en el espacio, lo que se conoce como memoria cartografica. De hecho, un grupo de celulas en dicha zona y que fueron descubiertas hace pocos años, denominadas "celulas reticulares" o "grid cells" por su nombre en ingles, cumplen dicha funcion. Estas celulas captan los movimientos de la persona en su entorno y lo memorizan, proyectando cada neurona reticular en el espacio que le rodea algo asi como un triangulo, el cual, cuando la persona se mueve a su vertice (y estas celulas lo perciben), lanzan una señal excitatoria de alerta cuando la persona se acerca a cada uno de esos vertices, como si de un gps unido a un sensor de choque se activara. Es asi que cuando la persona se mueve, un grupo de neuronas reticulares se activa, registrando asi el movimiento de la persona y su trayectoria.

Pero lo llanativo de estas celulas reticulares es que con su ayuda, el hipocampo crea el entorno fisico que facilita el almacenamiento de lo que conocemos como memoria autobiografica. Dicho de otra manera: al ubicarnos en el espacio, las celulas reticulares y el hipocampo facilitan nuestro aprendizaje y nuestra memoria. Por eso, no esta nada mal implementar clases o charlas con soporte fisico de movimiento, lo cual ayudaria a la fijacion de conceptos por este mecanismo. Y es que al recordar un suceso, recordamos tambien el contexto espaciotemporal en el que sucedio. Es por eso que lugares nos traen recuerdos o recordamos sitios que nos han ayudado a aprender algo en la vida, como el lugar de nuestro primer beso o donde nos dieron la primera paliza en un "mano a mano".

Hoy sabemos que las celulas reticulares permiten que el cerebro actualice constantemente su localizacion fisica en un mapa cognitivo interior mediante un registro de los propios movimientos. Eso explica tambien como nos orientamos en una pieza obscura con ayuda de la memoria cartografica, evitando las patas de la cama, elemento que, segun no la Neurociencia sino la experiencia, nos dice que solamente esta alli para probar la resistencia de nuestro dedo pequeño del pie.

Y hoy tambien sabemos que las celulas reticulares retransmiten al hipocampo esta informacion cartografica cerebral combinando la representacion espacial con informacion relativa a un suceso y creando de esa manera, memorias especificas de alta riqueza contextual y de detalles singulares... cosa que habia perdido nuestro amigo Lenny de Memento, y que realmente lo tenia DE LA CABEZA. Nos vemos el sabado que viene...!!!



LO QUE SUCEDE EN EL CEREBRO CUANDO DAMOS UNA BUENA CLASE

  Artículo correspondiente a la columna dominical DE LA CABEZA del Diario La Nación correspondiente al domingo 10 de setiembre de 2023. Todo...