martes, 14 de mayo de 2019

TENER UN BEBE CAMBIA TODO... HASTA EL CEREBRO...!!!


(Articulo correspondiente a la columna DE LA CABEZA del Diario La Nacion publicado el sabado 11 de mayo de 2019. Todos los derechos reservados.)

Cuantas veces hemos oido la frase de que un hijo te cambia la vida... y esto es patente en ambos progenitores, pero en el caso de la madre, ello conlleva un significado absolutamente unico y que hasta hace unos años era totalmente impensado: el cerebro de una madre nunca sera igual despues de haber sido tal. Y eso no tiene nada que ver con la genetica, desde ya se los anticipo, porque se ve igualmente en las madres que adoptan... un bebe cambia la conformacion del cerebro materno...!!!

Puede parecer falso, pero estudios recientes asi lo demuestran, y si bien tambien cambia el de los padres, lo hace en menor medida. Por eso decimos que, si obviamente los padres influencian decididamente en el desarrollo del cerebro del bebe, este pequeño futuro bipedo de la vida produce cambios estructurales y funcionales en todo el entramado neuronal parental. Que pasa para que esto suceda? No demos mas vueltas, la respuesta es sencilla: el cerebro de la madre se adapta funcionalmente a la carga y la responsabilidad que conlleva la crianza, por ende reformula su funcionamiento para "programarse" en funcion a ser madre.

Pero estos cambios no son solo teoricos. Que pasa en el cerebro de una mujer embarazada? A las nauseas, el malestar, la pesadez, la dificultad para el sueño y el reposo nocturno por la "enorme panza" de la "bendicion por venir", se suman los cambios cerebrales que, como veremos, no son pocos. El cerebro de la madre embarazada disminuye de tamaño...!!! Pero que no les confunda esto: si bien las madres se quejan de un "enlentecimiento" en las funciones cognitivas (debido muchas veces a la falta de sueño, o a la disminucion de la calidad del mismo), el cerebro materno dispara una serie de procesos que son en realidad una marcada evolucion en su desarrollo: la maternidad aumenta determinadas formas de procesar algunos conocimientos, torna superlativa la respuesta al estres volviendola poco menos que optima, y sobre todo, vuelve sumamente agudos algunos procesos relacionados con la memoria. Asi, el cerebro vanidoso de una mujer soltera, se despreocupa de las formas y el que diran, y se vuelve una verdadera "maquina de criar", llevandose consigo las formas femeninas esbeltas sin importarle mucho ante la promesa del vientre que recuerda constantemente ese milagro que es la gestacion. De esto resulta un cerebro diferente, probablemente bastante mejor adaptado para pelear por la supervivencia de la prole, y todo eso mediante a la reingenieria microanatomica de su corteza por accion de hormonas y neurotransmisores que inundan constantemente el cerebro materno.

Cuando nace, el bebe es una maquina de generar impulsos que atraen la atencion de la madre sobre el, y es una de las causas de que el cerebro materno sufra cambios para adaptarse a la proteccion del nuevo ser. De hecho, la agudizacion de todos los sentidos es fundamental en el cambio que sufre la madre, pero uno de ellos se lleva las de ganar: el sentido del olfato. Ese mismo que le ayudase a elegir pareja (ya que como describo en mi libro CEREBRA LA SEXUALIDAD, la mujer se vale de su olfato para elegir a su compañero), es el que incluso marca el destete del bebe. Los estimulos olfatorios llegan a una zona denominada amigdala media donde se procesa el contenido emocional de la informacion olfativa. Si, ese mismo significado emocional por el que relacionamos olores con recuerdos, como el aroma a la torta que preparaba la abuela o al cafe de la Avenida de Mayo en Buenos Aires: los aromas nos transportan a epocas y lugares diferentes, y en este caso, ayudan a dar contenido emocional al estimulo percibido por la madre desde el bebe. Este sentido se vuelve muy importante, ya que ayuda a aumentar los lazos emocionales entre madre e hijo cuando la mama comienza a apreciar los "olores" del bebe.

Otra cualidad que la maternidad regala a la madre es la de ser "multitasking" o multitarea, y es que si solo se dedicase a atender a su bebe sin fijarse en el entorno, ambos moririan porque no tendrian forma de conseguir los recursos para vivir. Y en su encefalo, una zona denominada sustancia gris periacueductal, situada en el mesenefalo, es la que determina la decision de salir a buscar comida y sustento, y a quedarse a cuidar de la prole sin hacer otra cosa. Ademas de eso, como aventurarse a enfrentar al mundo con su bebe "pone en peligro" al mismo, desarrolla un cambio en la arquitectura de las neuronas de una zona de su sistema limbico, ese gran regulador emocional que tiene el cerebro, mas especificamente en el nucleo medio de la amigdala que normalmente es el encargado de controlar conductas de evitacion de las situaciones de riesgo y de desarrollar actitudes de defensa, lo cual hace no solo que este mas alerta ante situaciones de potencial peligro, sino que tambien pueda desarrollar una audacia y un arrojo que antes no tenia, para realizar acciones de defensa de su prole que en otros casos no hubiese hecho.

En laboratorio, se ha experimentado con diversos animales cuyo entramado neuronal se asemeja mucho al del ser humano, y se han hallado resultados sorprendentes en, por ejemplo, roedores embarazados. Estos demostraron una superlativa capacidad de atencion comparativa con otros no gestantes, lo cual puede traspolarse al cerebro humano en epoca de gestacion y posterior a ella: la madre esta mucho mas atenta a lo que sucede alrededor, y eso deviene en seguridad para su pequeño. Otros estudios, ya en seres humanos mediante modernas tecnicas de imagen, encontraron que el cerebro de las embarazadas, mas especificamente la sustancia gris, esa que tiene a los cuerpos de las neuronas y que se ubica en la parte mas externa del cerebro, la corteza, experimenta un aumento considerable en su espesor, notandose mas esto en zonas como el mesencefalo, los lobulos parietales y la corteza prefrontal, zonas que, no por coincidencia sino por justa razon, se hallan involucradas en el cuidado del bebe.

A medida que se acerca el parto, el cerebro materno pone en marcha hormonas muchisimo mas potentes. A las conocidas oxitocina y prolactina, necesarias para contraer el musculo uterino en el parto y para la produccion de leche respectivamente, se suman otras que literalmente "moldean" anatomicamente al cerebro, induciendo los cambios en su estructura. Una zona del hipotalamo, una pequeña zona que es la encargada de comunicar el sistema nervioso con el glandular y que esta en la base del cerebro, aumentan su poblacion, y son las que determinan las conductas maternales, proporcionando de hecho el placer maternal al contemplar a su bebe. Incluso, hay en esta zona un descenso de los receptores opiaceos, por lo que las mujeres se vuelven mas resistentes al dolor, y si los embarazos son repetidos, esta sensibilidad es cada vez menor: la mujer se prepara para no sufrir dolor en el parto. Las hormonas son fabulosas para el cerebro de la mujer embarazada: le forman un escudo que vuelven al cerebro mucho mas resistente a las agresiones para que no se comprometa su capacidad de cuidar al bebe. Ademas, las hormonas producen un aumento en la produccion de pequeñas protuberancias en cada una de las dendritas, las "ramitas" de las neuronas por las que se comunican. Estas protuberancias, llamadas espinas dendriticas, son las que llevan en efecto la capacidad de comunicarse y formar las sinapsis con otras neuronas. Dicho de manera mas sencilla: el embarazo mejora enormemente la conectividad neuronal al formar mas espinas dendriticas. Es por eso que muchas personas se quejan del llamado "cerebro del embarazo" mientras sucede: razonamiento enlentecido, pensamiento "pesado" y resentimiento en las tareas no relacionadas con el cuidado del bebe. Pero en realidad, el cerebro se volvio una "maquina de cuidar bebes" perfecta y entrenada.

Y en los hombres que vamos a ser padres, que nos pasa? Tambien nos toca lo nuestro: generamos nuevas neuronas en el sistema olfatorio para responder a los nuevos estimulos olfativos generados por el bebe, y tenemos mas neuronas nuevas en el hipocampo para poder responder emocionalmente al hecho de ser padres.

Definitivamente, tener un bebe nos cambia la vida y el cerebro... nos tiene DE LA CABEZA...



martes, 7 de mayo de 2019

CUANDO NUESTROS HIJOS NO DUERMEN


(Columna semanal DE LA CABEZA del diario La Nacion correspondiente al sabado 4 de mayo de 2019. Todos los derechos reservados.)

El siguiente articulo esta extraido de mi proximo libro CEREBRA LA EDUCACION que vera la luz en algunas semanas mas. Espero que les sirva, sobre todo a padres, docentes, y a todos los que tenemos pequeños insomnes en nuestras vidas.

"Dormir es morir un poco" decia mi mama Maribel que me dejo hace poco mas de dos años. Ella, devota del trabajo como nos inculcara a sus hijos, decia esto para que durmieramos poco y rindiesemos mas. Y creo que lo logro. Sin embargo, en este apartado pienso contarles lo contrario: lo mal que puede hacer en los estudiantes la falta adecuada de sueño. Y eso se percibe no solamente en el rendimiento intelectual, sino también en la conducta emocional de los individuos. Y, lo que, es más, en aspectos que en apariencia nada tendrían que ver con un descanso inapropiado, como el aumento de la obesidad o el pico de incidencia de trastornos de déficit de atención e hiperactividad cada vez más frecuentes. Aunque parezca difícil de creer.

Los problemas de sueño pueden causar cambios permanentes en la estructura cerebral del niño y que pueden ser irreparables. La mayoría de los padres cree que sus hijos duermen lo suficiente. Pero en realidad, la gran mayoría de ellos no duermen las 8 horas recomendadas por la salud para su beneficio. Y eso está demostrado con la práctica: si bien nosotros éramos lo bastante remolones para ir a la escuela en tiempos pasados, solo basta mirar a nuestros alumnos (los que somos docentes a cualquier nivel) para encontrar que hoy en día “se duermen” con muchísima más facilidad que antes. Las causas de la pérdida del sueño son muchísimo más variadas y complejas que la televisión o el WhatsApp o el YouTube en los teléfonos de niños y adolescentes. El exceso de actividades a los que sometemos a nuestros niños hoy en día, la cantidad de tarea que se trae para la casa de la escuela, la falta de horarios estrictos para dormir, los distractores presentes en las habitaciones, son toda una suma de importantes causales que contribuyen a que, hoy en día, y según estudios realizados, nuestros niños y jóvenes duerman en promedio sesenta minutos menos que hace treinta años. O sea, que nosotros mismos.

Un factor a no desdeñar y que pasamos por alto es la culpa: como los padres de hoy nos sumimos en el trabajo intenso que nos hace volver a casa a un horario mucho más extendido que antes, queremos compensar el tiempo diario que no estamos con nuestros hijos, alargando innecesariamente su jornada para mitigar nuestro sentimiento de culpa por no “verlos crecer” ni compartir sus actividades durante el día. Es por eso que no nos ponemos firmes a la hora de enviarlos a dormir, y el “solo por hoy” o “mañana ya crecerán y abandonarán el nido” son excusas que nos sirven para restarle horas al sueño que, lamentablemente, después les pasarán factura. El tiempo de sueño perdido en los niños tiene un efecto muchísimo más dañino que el que tiene en los adultos, donde una “resaca” no afecta en lo más mínimo. En los niños esto no es así.

Mucha de la problemática de los adolescentes puede atribuirse igualmente a la falta de sueño. Los cambios en el estado de ánimo, la depresión, o los atracones alimentarios, son síntomas que acompañan a la falta de sueño. Estudios sobre el sueño en la población escolar y secundaria se han hecho en muchísimos países a cargo de prestigiosas universidades. Estos estudios han encontrado que la perdida de sueño puede tener consecuencias madurativas cerebrales realmente terribles. Una pérdida de una hora de sueño equivale a la pérdida de dos años de maduración y desarrollo cognitivo. En mi casa, mis mellizos Nano y Joaco de cuatro años ya están escolarizados y hacen el nivel preescolar correspondiente a su edad. Todos los días, pase lo que pase, se acuestan invariablemente a las nueve y media de la noche, aun cuando tenian escolaridad por las tardes.

Bueno… no todos los días, porque… qué padre no deja que sus hijos queden despiertos hasta más tarde los viernes y los sábados, porque al día siguiente no tienen actividad escolar? Sorry, lamento comunicarles que estoy equivocado, como probablemente lo estén también ustedes: este simple cambio en la hora de ir a dormir los fines de semana tiene incluso un resultado negativo sobre los test de inteligencia de nuestros hijos. La ley del acostarse temprano no conoce de fines de semana. Los efectos de la deprivación de sueño sobre el rendimiento intelectual empeoran aún más en la etapa secundaria, donde la reducción del sueño en el adolescente es aún mayor por los múltiples distractores que se poseen. Los adolescentes que dormían menos, tenían rendimientos directamente proporcionales a sus horas de sueño: a menos horas de sueño, menor rendimiento objetivado en test de rendimiento intelectual.

Una pregunta que siempre emerge en estos casos es: es beneficioso que les diga que no es bueno, pero hay investigaciones que demostraron que dormirse con música podría aumentar la capacidad de memoria y facilitar el sueño. Eso sí, no dormirse con “Hells bells” de AC/DC o “Welcome to the jungle” de los Guns, sino hacerlo con sonidos a bajas intensidades, sincronizados con las oscilaciones de los ritmos de sueño medidas por un electroencefalógrafo. Un poco complejo para hacerlo en la casa, pero bueno, dormir con un poco de Mozart, Beethoven, Kítaro o Enya, estaría más que indicado.

Pero que pasa cuando no duermen bien por las noches? Diversos estudios nos han demostrado que los niños cansados no pueden recordar lo que aprendieron en el momento, ya que la capacidad de formar conexiones entre neuronas (conocía como plasticidad neuronal y de la cual también hablamos muchísimo en CEREBRA LA VIDA y en esta columna semanas atras) se encuentra absolutamente disminuida, por lo cual la posibilidad de formar sinapsis entre las neuronas (la base del conocimiento y la razón estructural de la memoria y el conocimiento), es absolutamente nula. La falta de sueño afecta la neuroplasticidad: a menos sueño, menos formación de sinapsis entre neuronas.

Sin embargo, no solo la capacidad de almacenamiento se ve afectada con la falta de sueño. Otro componente importante en el aprendizaje ve minada sus posibilidades de un normal funcionamiento y es la capacidad de atención. Cuando el alumno no duerme, la capacidad de los mecanismos corporales de extracción de glucosa de los alimentos, combustible exclusivo a su vez de las neuronas, se ve drásticamente disminuida, y con ello, el funcionamiento de las mismas. La parte del cerebro que más sufre la falta de glucosa en sangre es la corteza prefrontal. Cuando falta glucosa, las funciones de la corteza prefrontal se ven drásticamente afectadas. Estas funciones son las encargadas de ejecutar las acciones del individuo mediadas por la voluntad, por ello son conocidas como funciones ejecutivas . Estas funciones son las que atañen al funcionamiento cerebral relacionado a la obtención de resultados basados en cálculos o estrategias, la concatenación de pensamientos en pos de la consecución de objetivos, y la predicción de resultados basados en procedimientos operativos. O sea, lo que se dice: el cerebro queda disminuido en su posibilidad de planificar, pensar y medir la consecuencia de sus actos: queda inválido funcionalmente. Por eso, las personas que están cansadas tienen reflejos lentos, se hallan irritables porque “todo les sale mal”, les cuesta mucho más controlar sus impulsos, y están absolutamente desganadas para estudiar porque ello requiere consumir energía que no tiene el cerebro porque no procesa la suficiente glucosa para ello. Y como el cerebro es un gran ahorrador de energía, va a buscar algo más entretenido y de menor consumo energético para hacer que estudiar: jugar algún juego, ver televisión, acostarse a escuchar música, o, simplemente no hacer nada. Un cerebro cansado repite el mismo camino para obtener un resultado que ya se demostró errado porque “no le da el cuero” para desarrollar una solución creativa.

Dormir poco deja a nuestros niños DE LA CABEZA...


jueves, 2 de mayo de 2019

CUANDO EL TRABAJO "QUEMA" EL CEREBRO


(publicacion semanal del Diario La Nacion "De La Cabeza" correspondiente al sabado 27 de abril de 2019. Todos los derechos reservados)

No es ningun secreto que las malas condiciones laborales deprimen severamente no solo el animo sino tambien la salud de quienes padecen un jefe insufrible, unos compañeros de trabajo toxicos, y sobre todas las cosas, el contacto excesivo con personas que tornan bastante hostil el cotidiano deber de llevar el pan a la mesa familiar. Esto desencadena un mecanismo de estres permanente que hace que nos volvamos irritables, estemos permanentemente cansados y malhumorados, y por ende, disminuyamos nuestra productividad y eficacia. Estos son, en esencia, los sintomas de la afeccion a la que los colegas anglosajones (no muy versados en ponerles nombres creativos a sus sindromes aunque con este se lucieron) dieron en llamar "occupational burnout" (algo asi como "quemado por culpa del trabajo"). Y nunca mejor dicho algo: "quemado".

Sin lugar a dudas, el burnout es un trastorno emocional donde tiene mucho que ver no solo el ambiente laboral, sino el estilo de vida de la persona, ya que la ausencia de mecanismos que le impidan desahogar las tensiones colabora a una mala salud. Se ve principalmente en las personas que han elegido sus profesiones de manera vocacional y, sobre todo, en quienes por medio de sus trabajos tienen mucho contacto con otras personas: medicos, enfermeras, docentes, deportistas de elite, operadores de telecentros, empleados de mostrador, por ejemplo.Y esta originado principalmente por el sometimiento al estres cronico en personas que tienen altas expectativas respecto a sus labores, y una alta dosis de responsabilidad autoagredada generalmente, pero en todos, el estres. Vamos, como siempre lo digo en mis conferencias, que el estres nos ha permitido sobrevivir a las fieras salvajes en epocas anteriores y sobreponernos a peligros inminentes mediante la brusca activacion de nuestro sistema de alerta mediado por las llamadas catecolaminas y el cortisol, las cuales propenden subitamente a prepararnos para la huida del peligro: un aumento de la frecuencia cardiaca y de la tension arterial, un cierre de los vasos sanguineos no importantes para la huida como los faciales (que causan palidez y sudor frio) y los de los sistemas digestivos y urinario (que causan constipacion o subitos deseos de ir al baño, de ahi el famoso "me c... todo"), entre otros sintomas, enviando la sangre a los sitios clave para la huida: el corazon, la musculatura esqueletica (para correr o defendernos) y el cerebro (para pensar que hacer). Terminada la causa del estres (se fue la fiera, termino el peligro, ya no nos siguen), las catecolaminas y el cortisol (entre otras sustancias) disminuyen en su secrecion y nos relajamos: el peligro ha pasado, el estres se ha ido.

Pero que nos pasa en el dia a dia? Si al estres que esta ahi, constante, en el trabajo con ambiente toxico, al cual le sumamos un caracter poco resiliente (la resiliencia es la capacidad de sobreponerse a las adversidades con relativa facilidad) y un estilo personal de vida poco saludable desde el punto de vista emocional, el resultado es la secrecion constante de las sustancias del estres que producen todos los signos y sintomas del burnout: presion alta, taquicardia, insomnio, gastritis, alternancia de constipacion con flojera de vientre y colon irritable, dolor de cabeza, distanciamiento emocional, ansiedad, depresion, cansancio general, la persona que lo padece se vuelve anhedonica (incapaz de sentir placer a las cosas que antes le encantaban), en sintesis... estamos quemados...!!!

Que hacer? No todos podemos cambiar de trabajo, nos da el sustento y es lo que (mal o bien) hemos elegido como medio de vivir... NO DE SOBREVIVIR. Ahi esta el quid de la cuestion...!!! El tratamiento del burnout no es solo farmacologico, ya que los medicamentos ahuyentan el humo pero no apagan el fuego y el incendio cerebral (y general) sigue. Tratar el burnout requiere de mas que eso. Muchas veces consultar con psicologos para abordar nuestro enfoque de las cosas es una enorme ayuda. Igualmente la espiritualidad o la practica de disciplinas de tranquilidad mental como el yoga o las respiraciones, el tener actividades al aire libre, el hacer deportes, caminatas, el bailar salsa o bachata (perdon por el fanatismo, los salseros somos asi), o incluso viajes cortos o cambios de aire aunque sea por algunas horas. El rodearnos de los afectos de la familia, la pareja, los amigos, todo eso contribuye a apagar el fuego cerebral que nos consume por causa laboral. Y bueno, obviamente, mejorar las condiciones laborales. Como siempre les digo a mis pacientes: si falleces, te enviaran una corona con suerte, pero la empresa seguira funcionando durante ese dia y los siguientes. Asi que no vale la pena sufrir, sino luchar para hacer del ambiente laboral algo menos estresante.

O sino, terminaremos todos DE LA CABEZA...

LO QUE SUCEDE EN EL CEREBRO CUANDO DAMOS UNA BUENA CLASE

  Artículo correspondiente a la columna dominical DE LA CABEZA del Diario La Nación correspondiente al domingo 10 de setiembre de 2023. Todo...