domingo, 27 de diciembre de 2020

UN ¿NUEVO? CICLO

 


El cerebro humano crea ciclos para organizarse. Dividimos el tiempo en días, semanas, meses y años. Armamos años lectivos para crear procesos educativos y organizamos ciclos de producción para poder fijar metas y cumplir objetivos. La misma naturaleza nos regala ciclos de siembra, crecimiento y cosecha, estaciones climáticas y circadianos ritmos de día y noche con la tierra girando sobre su propio eje o vuelta alrededor del sol marcando un año solar. Es por eso que no es raro que esperemos ansiosos el 31 de diciembre para celebrar un nuevo año como el inicio de un nuevo ciclo. A esta consuetudinaria rutina de celebraciones y festejos se suma un mecanismo cerebral de protección que se activa para disparar un regalo evolutivo que tiene la mente y que se llama esperanza. La esperanza es eso, la espera-con-ansias de que algo nuevo y (necesariamente) nuevo ocurra "como por arte de magia" después de las 00 hs del 1 de enero del nuevo año, como si esas doce campanadas exorcizaran la negatividad de todo lo que pasó.

Sin embargo, si elevamos al juicio del gran juzgador, el lóbulo frontal, el hecho de que son solo días sin contenido místico, simplemente uno más en el gran calendario de la vida, se destruye la magia y nos baja a tierra de un golpe: el 1 de enero de 2021 será absolutamente igual que el 31 de diciembre del 2020. Son solo convencionalismos que forman parte del ciclo cerebral de organización y que, sin embargo, nos sirven para estimularnos a dar más de nosotros mismos. Y es que nos movemos al compás de la dopamina, ese neurotransmisor que nos obliga a buscar algo, nos mueve a la búsqueda y la obtención de recompensa. Esa misma sustancia que hace que hace que nos levantemos un lunes pensando en el fin de semana en el que nos vamos a recomponer, a descansar o a dormir hasta más tarde, simplemente. 

Nos movemos por dopamina, cambiamos de año al ritmo de nuestro sistema dopaminérgico. Pero, cerebralmente hablamos, el 2021 va a ser absolutamente igual al 2020 (con todo lo que eso significa) si no adoptamos nuevos hábitos o corregimos lo que hicimos mal, terminaremos repitiendo la historia, como decía Rita Mae Brown (NO EISTEIN!!!) "...locura es hacer siempre lo mismo esperando resultados diferentes...". Lamento ser agorero, pero es solo un cambio de fechas, no un evento de realidad mágica donde desaparecerá el covid, nuestras deudas y los gobernantes negligentes y deshonestos que tenemos. El nuevo ciclo no comienza el 1, sino ahora. La dieta no arranca el lunes sino cuando nosotros nos lo propongamos. No esperemos un año nuevo si no renovamos nuestro actuar. Cerebralmente hablando. Feliz 2021 aunque sea solo un número... hagámoslo realmente nuevo con nuestro CEREBRAR...!!!

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